El primero de febrero comenzó a funcionar Gran Vitacura, restaurante de sabores peruanos cerca del polo gastronómico del Paseo Mañío. Este lugar es un 2.0 al antiguo Mercado Bar, por lo mismo, quienes crucen su umbral podrán ver que el interior se mantiene prácticamente intacto, es decir, sigue siendo un espacio con onda y acogedor, donde predomina el verde, las plantas, los elementos colgantes y una amplia barra.
Desde allí salen clásicos cocktails, dentro de los cuales no podía faltar, más si se trata de una propuesta peruana, el tradicional pisco sour. Sin embargo, esta preparación tiene una particularidad, la que consiste en que no lleva hielo, sino un frepeado del mismo cóctel, lo que permite que no pierda su sabor con el correr del tiempo, pero sí merece más respetos.
Si se quiere pedir algo para compartir, un imperdible son sus sabrosas Empanadas de Ceviche, con una buena masa y un enjundioso y jugoso relleno, que se mantiene fresco a pesar de lo caliente que llega a la mesa. Además, viene con una leche de tigre potente, que, si bien, no juega muy bien con la dinámica del plato, encanta y despierta los sentidos. También hay unos Tiraditos de Atún, con el pescado sellado, de buena textura, y una reducción de maracuyá que aporta un rico toque.
Al momento de pasar a los fondos, se puede disfrutar de un goloso y envolvente Risotto de Verduras y Locos, el que viene con un grano cocido, tal como le gusta a la mayoría de los chilenos, acompañado de unas láminas de este molusco salteado con mantequilla y vino blanco, más unos vegetales en su punto que aportan crunch a la receta. A la lista se suma el clásico Filete Saltado, con una carne que queda al debe, pero que va acompañada de los tradicionales sazones y sabores de este clásico plato peruano.
En lo que respecta a los postres, hay tres alternativas y una de ellas es el infaltable Suspiro Limeño, que es una inyección de dulce sabores. Para quienes trabajan o visitan el sector de lunes a viernes a la hora de almuerzo hay un menú con dos opciones de fondo, que, si no son del todo peruanas, tienen un espíritu que evoca al Perú.
::: CONCLUSIÓN :::
Gran Vitacura posee un lindo y acogedor interior, que si bien no representa mucho la identidad peruana de este lugar, le da onda. La carta aún tiene ciertos detalles que deberían ir mejorando con el tiempo. Por su oferta de menú, es opción para almorzar a buen precio de lunes a viernes. Hacen un buen pisco sour y tiene terraza exterior.
Texto: Loreto Oda 
